martes, 10 de julio de 2018

Sayulita


Sayulita, un destino ideal para los recién casados y para las parejas que desean contraer nupcias con el paisaje del Pacífico como telón.

En sus callejuelas empedradas encontrará desde pequeños negocios con deliciosos platillos típicos, panaderías donde ofrecen una gran variedad de pan recién horneado que puede acompañar con un té helado o un delicioso café y, por supuesto, elegantes restaurantes a la orilla de la playa donde puede disfrutar de una romántica cena a la luz de las velas.


Las opciones para hospedarse son amplias, ya que existen desde sofisticados hoteles boutiques de caprichosos jardines y confortables habitaciones, equipados con lo necesario para el descanso de cuerpo y mente: elegantes villas con todos los servicios para una estadía de lujo, pequeños y coloridos hoteles en los que se respira un ambiente familiar; bungalows o, siguiendo el espíritu aventurero, la posibilidad de acampar en alguno de los terrenos dispuestos cerca de la playa para el montaje de tiendas de campaña y estacionamiento de casas rodantes.De la aventura al confort total, en Sayulita existen todas las opciones parea una estancia inolvidable.


Ictioterapia

Entre las terapias relajantes y de belleza que han cobrado auge en Sayulita está la ictioterapia, una exótica pedicura ayudado por pequeños peces que eliminan las células muertas de la piel con una exfoliación natural.   
El tratamiento comienza con una revisión y una limpieza profunda de tus pies. Cuando estas listo, metes los pies en las peceras donde viven los peces garrufas, llamados cariñosamente doctorcillos, los cuales se acercan y acarician tu piel succionando las pequeñísimas células muertas que has acumulado al andar por el mundo.

En Sayulita se respira un aire cosmopolita, lo mismo puede escuchar a una chica hablando en alemán, a un joven encerando su tabla mientras platica en inglés o a una pequeña diciéndole en francés a su padre lo que desea desayunar.

Jóvenes, adultos y niños conviven por igual en estas playas donde el sonido de tambores acompaña una plática entre amigos, una fiesta, una comida o la placidez de recorrer caminando a la orilla del mar.

Tiene también una vibra similar a la que se promulgaba en los sesenta: amor y paz, encuentro con la naturaleza en un ambiente amigable y relajado.

El arte no podía faltar en este singular poblado, y en su paseo por las calles de Sayulita se encontrará con varias galerías de arte y de artesanías mexicanas, donde se ofrecen los mejores regalos para su regreso a casa: bisutería de chaquira, rebozos de seda, prendas de lana, cestos de mimbre, esculturas de barro… en fin, toda una gran muestra de lo que producen los artesanos de todo México.

Termine su día con un paseo a caballo a la orilla de la playa, o con una caminata a la orilla del mar mientras contempla a los intrépidos surfistas en su espera por la próxima gran ola.
El surf  es uno de los principales atractivos de este poblado de tradición pesquera, al que llegan amantes de este deporte de todos los rincones del mundo, como a una cita sagrada, con sus tablas a la espalda, su piel dorada y pasión por las aguas marinas.

jueves, 7 de abril de 2016

Batopilas, Chihuahua

Batopilas, Chihuahua.



Batopilas fue fundado en 1708, por el explorador español José de la Cruz, quien encontró en el lugar ricos yacimientos mineros. Su nombre significa “Río Encajonado” en Tarahumara, haciendo alusión al río “Batopilas” el cual recorre el fondo de la barranca del mismo nombre.

El poblado de Batopilas se localiza en el estado mexicano de Chihuahua, en lo profundo de una de las barrancas más hondas de la Sierra Madre Occidental, llamada también “Batopilas” y para llegar a él se desciende por un camino de terracería con numerosas curvas desde el que se puede admirar el hermoso paisaje que este sitio ofrece a sus visitantes.

Un aspecto interesante acerca de Batopilas es que fue el sitio donde nació Manuel Gómez Morín, quien llegara a ser rector de la Universidad Nacional Autónoma de México y por ser la segunda población de México, luego de la capital, en tener energía eléctrica.

En su época de esplendor, Batopilas fue famoso en todo el mundo gracias a la riqueza que salía de sus minas, llegando a tener hasta 50 mil pobladores. Actualmente cuenta con poco más de mil habitantes y las reminiscencias de su fastuoso pasado en forma de casonas y haciendas de gran valor arquitectónico.

Qué visitar en Batopilas Batopilas, Chihuahua.

Uno de los atractivo que ofrece Batopilas se relaciona con la aventura de vistar la Sierra Tarahumara. Una buena opción para visitar Batopilas es partir de Creel para luego hacer un interesante descenso hasta llegar al mirador La Bufa, en el cual se puede observar la impresionante Barranca de Batopilas.

Al realizar este paseo podrás observar diferentes tipos de vegetación y climas, los cuales van desde los bosques de coníferas, hasta plantas particulares del trópico. De la misma manera, conoceras comunidades mineras y asombrosas maravillas naturales.

En Batopilas puedes adquirir artesanías elaboradas por los rarámuris o tarahumaras (indígenas que habían en la región desde hace cientos de años) como petacas, ollas, tambores, bajos, violines, arcos y wali, que son canastas hechas de sotol, muy bellas, resistentes y útiles.

También hallarás objetos tallados en madera, queso ranchero de chiva y otros productos naturales de estación, como la flor de manzanilla, el chile chiltepín o las conservas. Estos productos son muy recomendables por su sabor, calidad y precio, y son el regalo perfecto para llevar algo local de vuelta a casa.

Es recomendable degustar especialidades como los cortes de carne, caldillos, el chile con queso, los frijoles maneados, las tortillas de harina, los dulces de leche y el refrescante tesgüino, bebida típica de la región que se prepara con maíz.

Además, como parte de este viaje, una buena experiencia es la de conocer las antiguas minas que hace mucho tiempo proporcionaban una gran riqueza a los habitantes del lugar, y que hoy en día están completamente abandonadas.

Tambien visita Satevó, sitio que se encuentra a unos 8 kilómetros de Batopilas. Se trata de una misión construida en 1760, es una de las más bellas de México y hoy en día está casi abandonada.

Si te agradan las actividades a la intemperie y el contacto directo con los espacios silvestres, entonces no dejes de visitar el Río Batopilas y de hacer un campamento en sus orillas. También se puede practicar el moto turismo, los recorridos en vehículos 4 x 4 y el ciclismo de montaña.

Gracias
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