Batopilas, Chihuahua.
Batopilas
fue fundado en 1708, por el explorador español José de la Cruz,
quien encontró en el lugar ricos yacimientos mineros. Su nombre
significa “Río Encajonado” en Tarahumara, haciendo alusión al
río “Batopilas” el cual recorre el fondo de la barranca del
mismo nombre.
El
poblado de Batopilas se localiza en el estado mexicano de Chihuahua,
en lo profundo de una de las barrancas más hondas de la Sierra Madre
Occidental, llamada también “Batopilas” y para llegar a él se
desciende por un camino de terracería con numerosas curvas desde el
que se puede admirar el hermoso paisaje que este sitio ofrece a sus
visitantes.
Un
aspecto interesante acerca de Batopilas es que fue el sitio donde
nació Manuel Gómez Morín, quien llegara a ser rector de la
Universidad Nacional Autónoma de México y por ser la segunda
población de México, luego de la capital, en tener energía
eléctrica.
En su
época de esplendor, Batopilas fue famoso en todo el mundo gracias a
la riqueza que salía de sus minas, llegando a tener hasta 50 mil
pobladores. Actualmente cuenta con poco más de mil habitantes y las
reminiscencias de su fastuoso pasado en forma de casonas y haciendas
de gran valor arquitectónico.
Qué
visitar en Batopilas Batopilas, Chihuahua.
Uno de
los atractivo que ofrece Batopilas se relaciona con la aventura de
vistar la Sierra Tarahumara. Una buena opción para visitar Batopilas
es partir de Creel para luego hacer un interesante descenso hasta
llegar al mirador La Bufa, en el cual se puede observar la
impresionante Barranca de Batopilas.
Al
realizar este paseo podrás observar diferentes tipos de vegetación
y climas, los cuales van desde los bosques de coníferas, hasta
plantas particulares del trópico. De la misma manera, conoceras
comunidades mineras y asombrosas maravillas naturales.
En
Batopilas puedes adquirir artesanías elaboradas por los rarámuris o
tarahumaras (indígenas que habían en la región desde hace cientos
de años) como petacas, ollas, tambores, bajos, violines, arcos y
wali, que son canastas hechas de sotol, muy bellas, resistentes y
útiles.
También
hallarás objetos tallados en madera, queso ranchero de chiva y otros
productos naturales de estación, como la flor de manzanilla, el
chile chiltepín o las conservas. Estos productos son muy
recomendables por su sabor, calidad y precio, y son el regalo
perfecto para llevar algo local de vuelta a casa.
Es
recomendable degustar especialidades como los cortes de carne,
caldillos, el chile con queso, los frijoles maneados, las tortillas
de harina, los dulces de leche y el refrescante tesgüino, bebida
típica de la región que se prepara con maíz.
Además,
como parte de este viaje, una buena experiencia es la de conocer las
antiguas minas que hace mucho tiempo proporcionaban una gran riqueza
a los habitantes del lugar, y que hoy en día están completamente
abandonadas.
Tambien
visita Satevó, sitio que se encuentra a unos 8 kilómetros de
Batopilas. Se trata de una misión construida en 1760, es una de las
más bellas de México y hoy en día está casi abandonada.
Si te
agradan las actividades a la intemperie y el contacto directo con los
espacios silvestres, entonces no dejes de visitar el Río Batopilas y
de hacer un campamento en sus orillas. También se puede practicar el
moto turismo, los recorridos en vehículos 4 x 4 y el ciclismo de
montaña.
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